lunes, 17 de enero de 2011

La cadena - Piedra Sillada - Salto del Caballo

Pasadas las nueve de la mañana avanzamos por el carril de la Resinera de Fornes hasta el puente de Cambril, donde dejamos los coches, y comenzamos nuestra andadura, Paco Jaime, Eduardo, Maria, Valentin, Daniel (fichaje estrella del mercado invernal) y yo mismo.

La primera parte, en ligera subida tenía el atractivo de ir acercandonos al puerto de frigiliana, escoltados por el cerro de los machos a nuestra izq. y el lucero a la der.



Sólo en algunos puntos el carril se empinaba algo más. Una vez que llegamos al puerto de frigiliana, disfrutamos de una estupenda vista, teníamos ante nuestros pies un auténtico mar de nubes que se extendia hasta donde la vista alcanza, del que sobresalían algunas cimas almijáricas.




Una vez que llegamos a la parte de la crestería, decir que la primera parte se puede hacer por la misma cresta, llegando al vértice geodésico, 1645 mts. donde en el escaso espacio que teniamos, hicimos la foto de grupo, y proseguimos nuestra andadura cresteando mientras pudimos.

Llegamos a un punto a partir del cual, no era factible seguir la cresta, por sentido común, con un ancho que de milagro llegaba a los 40 - 50 cm, tajos a los dos lados,... no merece la pena correr ciertos riesgos, mmm mas bien ninguno, asi que tal como varios entendidos en la cadena nos aconsejaron, descendimos por un punto anterior hacia la ladera norte por donde faldeando a escasos metros de la cresta, se podía seguir con alguna dificultad propia de lo que nos traíamos entre manos, pero sin demasiados riesgos.

De ésta forma, y con el gran Valentín comandando el grupo en ésta parte, llegamos a la falda de la Piedra Sillada, a a que accedimos tras remontar una pequeña cañada, y accediendo después a su cima por la cara norte, única vía posible para hacer cima.

Desde alli, en un día como el de hoy, sin viento, con una privilegiada vista del valle del chillar desde su nacimiento, hasta la desembocadura, de los tajos de la mina, sol, y almendrón, del navachica, cabañeros, cielo, cisne, lucero, navachica, incluso sierra nevada, y si no hubiesemos tenido aquellas nubes de antes, que se iban disipando poco a poco, hasta áfrica estaría a nuestros pies, pues en semejante restaurante disfrutamos de nuestro menu de 5 estrellas., sesión de fotos, y hasta unos tragos de vino dulce.




Desde éste punto, descendimos para buscar la cresta que nos conduce al salto del caballo, única cima que nos quedaba hoy, con poco desnivel desde nuestra posición, y a muy poca distancia, pero tras el descanso, y con los músculos frios, costó un poquillo coger el ritmo de nuevo.

Ya desde el salto del caballo, quedaba descender hasta las lomas y el cortijo de ubares, donde descendimos por un cortafuegos que nuestro querido Juani nos había recomendado.
Ciertamente, fue la guinda a un pastel ya de por si delicioso, el desnivel bestial del cortafuegos supuso un pequeño reto más en el día de hoy, y una experiencia inolvidable, de hecho, creo que la ruta en sí nunca se nos olvidará a ninguno de los que la hicimos, fue sin duda de esas que te marcan, de las que te convierten en un espartano de verdad.




Un abrazo
Juan Antonio, Señor de los Cahorros y Corsario de la Almijara.

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